¿Cómo distinguimos si algo es bueno o malo? Preguntándole a Dios por medio de su Palabra.
A todos nos gustan las fiestas, pero no todas son buenas. Hay algunas que lo parecen, aunque no lo son; y a otras claramente se les nota que no pasarían el visto bueno de Dios, pero… ¿Por qué siguen celebrándose si no son buenas? Porque la gente sigue participando por ignorancia o rebeldía. Además, el mundo las presenta como costumbres o tradiciones, cubriéndolas de inocencia y juzgando a las personas que no participan, como “exagerados” y hasta “fanáticos”, con tal de seguir promoviéndolas, pero nos debe importar más que piensa Dios de nosotros, que quedar bien con los hombres.
Quizás haya muchas fiestas con fines “oscuros”, pero definitivamente las dos más marcadas son las que tienen que ver con “brujas” y “muertos”, de las cuales no les daré detalles, ni trasfondos, porque ya son muy conocidos y con el motivo de estos festejos, debería ser suficiente para no participar en ellas y obedecer lo que dice Efesios 5:11: “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas”.
Querido hermano, las fiestas parecen una ocasión para convivir con las personas y una buena oportunidad para divertirnos, pero cuidado, no siempre son buenas e inofensivas, el ambiente y la forma de festejar nos pueden desviar del camino de Dios, así que lo más recomendable es no participar, para no hacer algo que ofenda a nuestro Dios. Te invito a que antes de hacer planes para ir a una fiesta y comprarte el vestido, revises bien el motivo de la fiesta y lo que se hará en ella, si no es bueno, mejor no vayas, busca otra cosa en que divertirte sanamente.