El día 6 de enero, es conocido como “Día de reyes”, no todos lo celebran, pero en algunos lugares se acostumbra a dar los regalos de Navidad hasta ese día, y hay quienes reparten regalos en ambas fechas.
Regalos, regalos y más regalos, ¡cómo nos gustan los regalos! Cualquier ocasión se nos hace buena para promoverlos, de quién o por qué no importa mucho.
Hay fechas especiales en las que esperamos que nos den regalos, aunque nosotros no seamos tan buenos para regalar; una porque se nos olvida, o simplemente porque no tenemos costumbre de obsequiar nada. Esto me parece muy alarmante, si nosotros somos de esas personas, deberíamos sentirnos mal por ello, ¿cómo olvidar a quienes siempre están al pendiente nuestro?, o ¿cómo ser tan egoístas de querer sólo recibir? Otra de las cosas con las que nos defendemos cuando no queremos regalar, es el problema del dinero, pero esto no debe ser tomado como una excusa, porque los regalos no tienen que ser materiales, hay otro tipo de regalos: “De Amor”, sentimiento compartido que no cuesta nada, expresado en palabras o en simples detalles (una flor cortada, una piedrita decorada, una tarjetita hecha a mano, etc.).
Diciembre, enero y febrero tienen fechas que nos invitan a compartir, y es necesario que aprendamos a dar y a darnos nosotros mismos con la gente que nos rodea, y en especial con nuestro Dios.
Pasamos Navidad, en enero hablamos de los reyes, fechas que nos inspiran a regalar, nos hablan de Jesucristo. Los reyes prepararon cada uno de ellos un presente para el recién nacido Rey, ninguno de ellos dijo no tengo nada, o ya le llevan mucho los demás, sino que le ofrecieron a Jesús un buen regalo, un ejemplo que debemos seguir. En nuestra larga lista de regalos, están nuestros familiares y todos los cercanos, pero ¿qué del Señor Jesucristo? De Él esperamos recibir todo, pero ¿Cuánto le damos?
Estamos principiando un año nuevo, renueva tu pensamiento y dispón tu corazón a darle a Dios, Él no necesita nada, no espera mucho de ti, pero se agradará de que lo tomes en cuenta y te bendecirá.
¿Qué puedes darle, pues todo es suyo? Simplemente lo que has recibido de Su mano. Así como no necesitas fechas especiales para poder dar o recibir un regalo, ofrécele a Dios, durante todos los días del año, el primer lugar en tu vida, gratitud, alabanza y adoración, tiempo y disposición.
No podrás ganarle a Dios, en lo que se refiere a dar, Él es más abundante y generoso que lo que nosotros podemos ser. Él, siempre da regalos, este día y todos los demás. ¿Y tú, qué quieres? ¿qué le pedirás? Dinero, salud, fama, belleza, cosas materiales que anhelas; Salomón pidió sabiduría. El Señor nos dice en su Palabra, que busquemos primeramente las cosas de arriba y que Él se encargará de todo lo demás, porque sabe lo que necesitamos. No te equivoques, pide correctamente y te sorprenderás de todo lo que Dios te dará.