Aunque nuestro comportamiento y acciones en la vida cristiana no deben ser motivadas por una recompensa, Dios nos concede premios cuando lo hacemos, así que revisa las cosas que pueden traer bendición para tu vida.
Proverbios 9:12 NVI
Si eres sabio, tu premio será tu sabiduría; si eres insolente, solo tú lo sufrirás.
Proverbios 10:16 DHH:
La recompensa del justo es la vida; la cosecha del malvado es el pecado.
Proverbios 11:17 NTV
Tu bondad te recompensará, pero tu crueldad te destruirá.
Proverbios 11:23 NTV
Los justos pueden esperar una recompensa, mientras que a los perversos solo les espera juicio.
Proverbios 11:30 TLA
El premio de los buenos es la vida misma, y el premio de los sabios es el aprecio de la gente.
Proverbios 12:14 NTV
Las palabras sabias producen muchos beneficios, y el arduo trabajo trae recompensas.
Proverbios 13:13 TLA
Si te burlas de una orden, tendrás tu merecido; si la obedeces, tendrás tu recompensa.
Proverbios 14:14 NVI
El inconstante recibirá todo el pago de su inconstancia; el hombre bueno, el premio de sus acciones.
Proverbios 14:18 TLA
La recompensa de los tontos es su propia “necedad”; el premio de los sabios consiste en saber cómo actuar.
Proverbios 14:23 NVI
Todo esfuerzo tiene su recompensa, pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza.
Proverbios 18:20 TLA
Cada uno recibe por sus palabras su premio o su castigo.
Proverbios 22:4 DHH
La humildad y la reverencia al Señor traen como premio riquezas, honores y vida.
Proverbios 27:18 NTV
Como a los que cuidan de la higuera se les permite comer del fruto, así serán recompensados los empleados que protegen los intereses de su patrón.
Proverbios 28:20 NTV
La persona digna de confianza obtendrá gran recompensa, pero el que quiera enriquecerse de la noche a la mañana, se meterá en problemas.