Hay gente que cree que a los malos les va mejor que a los buenos. Que la maldad proporciona mejores beneficios y que no hay juicio contra lo que hacen, pero no es así.
Dios hace diferencias entre el bueno y el malo. En Proverbios 10 encontramos la lista de las diferencias.
1. La sabiduría produce alegría;
más la insensatez produce tristeza.
2. La honradez te puede salvar; más la corrupción
te condenará.
3. Dios no deja con hambre al justo; más no satisface el apetito del malvado.
4. El que trabaja gozará de su esfuerzo; más el perezoso empobrecerá.
5. Las bendiciones caen sobre el justo; más al malvado lo sigue la violencia.
6. Al justo se le recuerda con cariño; más al malvado por su mala fama se le desprecia.
7. El obediente recibe instrucción; más el desobediente acarrea destrucción.
8. El integro vivirá tranquilo; más el pervertido será quebrantado.
9. El consejo del justo es vida; más las palabras del impío son destructivas.
10. El amor cubre las ofensas; más el odio provoca peleas.
11. La recompensa del justo es la vida; más la cosecha del malvado es muerte.
12. Las esperanzas del justo se concederán; los temores del perverso se cumplirán.
13. El temor a Jehová prolonga la vida; más los días del malvado serán acortados.
Las cosas materiales que se consiguen de mala manera son perecederas y nunca serán mejores que las espirituales, que satisfacen al alma y son eternas. Hay que aprender a darle valor a las cosas de Dios, para disfrutar la vida y gozar la eternidad.