
¿Qué haces con tu tiempo libre? ¿Nada, dormir o ver tv? La mayoría de nosotros piensa que disponer de un tiempo para ellos es justo y necesario, y les disgusta que alguien interrumpa “su tiempo libre”. Y yo creo que, si es justo descansar, pero hay que aprender a redimir el tiempo para descansar bien.
La vida en nuestros días es muy acelerada, y el tiempo parece que no nos alcanza. Dios y la iglesia, la familia y la casa, el trabajo dentro y fuera de la casa, los amigos y, por si fuera poco, una vida social activa, absorben todo nuestro tiempo. Para tomar un descanso, hay que limitar el tiempo de algo o alguien, y lamentablemente, quien más la lleva son los más cercanos: Dios y la familia.
Porque todo y todos requieren tiempo, y porque la mayoría de las veces no nos dan alternativa para evitarlos, son compromisos o responsabilidades que pensamos que son ineludibles, es muy común que sin darnos cuenta quienes deberían ser los que ocupen el primer lugar en nuestra vida, a la hora de repartir nuestro tiempo, los veamos como opcionales, solo si nos sobra tiempo, se los dedicamos a ellos. Pero si revisamos bien nuestro horario, la verdad es que no siempre que tenemos tiempo libre optamos por ellos, preferimos descansar, y no es que sea pecado descansar, pero descansar no es igual a nada, a dormir a flojear. Es muy triste que, si alguien de la familia necesita algo o simplemente quiere platicar o jugar con nosotros, y tenemos tiempo, usemos la excusa perfecta: estoy cansado para negarles la atención que merecen.
Lamentablemente, dependiendo del ánimo y la fuerza que tengamos le dedicamos tiempo a Dios y a la familia, porque ellos no nos exigen y si lo hacen, los evitamos gentil o ferozmente, pero les sacamos la vuelta y seguimos con lo nuestro. Pensamos que no habrá consecuencias graves si les negamos el tiempo que requieren.
Me llevo mucho comprender que los tiempos libres del día no eran míos solamente, que era tiempo para compartir. Aprendí que no debo perder mi tiempo de reposo en dormir por las siguientes razones:
1) Se nos puede ir todo el día sin hacer nada.
2) Por experiencia personal, me he dado cuenta de que dormir mucho por las tardes produce dolor de cabeza y flojera, pues después no queremos levantarnos.
3) Científicamente, el sueño prolongado afecta la concentración y la correcta actividad del cerebro en nuestra rutina diaria y puede producir sobre peso.
4) Si dormimos mucho en el día, por la noche no tendremos sueño.
5) Hay otras maneras de descansar, así que hay que descubrirlas y aprovechar bien el tiempo.
Con esto no estoy diciendo que no duermas en el día. Sí por la tarde te sientes cansado puedes tomar una siesta, pero una pequeña, para reponer las fuerzas y despejarte, y si después te bañas, recargarás las pilas y te sentirás como nuevo y con ganas de conquistar el mundo. Pero, si después de eso todavía te sigues sintiendo cansado, no sigas durmiendo, no hagas a un lado a tu familia, platica con ellos, vean una buena película o juega un rato con ellos, eso no es trabajo, no requiere mucho esfuerzo, y son formas de descansar acompañado y fomentar la unidad. Cuando alguien no quiere pasar tiempo con sus seres queridos es porque no sabe disfrutarlos. Pero sobre todas tus actividades y necesidades, no te olvides de Dios, quien nos da todo y siempre está dispuesto a escucharnos y ayudarnos. Por más cansado que te sientas no habrá mejor forma de recuperar tus fuerzas físicas, emocionales y espirituales, que orando y leyendo la Palabra de Dios. Ejercicios espirituales que te llenarán de fuerza, paz y gozo. Dios no necesita que nosotros le busquemos, somos nosotros los que necesitamos estar con Él, así que aprovechemos bien nuestro tiempo, descansando en Dios.
Proponte aprovechar bien tus tiempos libres, disfrutarlos con tu familia y con Dios al máximo, tú los amas, ellos te aman, tú tienes mucho para darles y ellos para darte a ti, en pocas palabras, juntos pueden pasarla muy bien.