Pedrito estaba realmente enojado con sus papás, porque el “Día de Reyes” no había recibido nada. Su papá le decía que mucha gente daba los regalos de Navidad hasta el día 6 de enero, pero que a él ya se los habían entregado. Pedrito quería más regalos, nada era suficiente para él.
Su mamá tomó la Biblia, la abrió en el Evangelio de Mateo 2 y empezó a contarle para quien debían ser los regalos de ese día. La Biblia dice así: Cuando Jesús nació, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos (hombres sabios), y le preguntaron al rey Herodes: ¿dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Su estrella habían visto en el oriente y venían a adorarle. El rey se asustó y buscó a los sacerdotes y escribas del pueblo, para preguntarles dónde había de nacer ese niño: el Cristo. Le dijeron: en Belén de Judea; porque así decía la profecía. Herodes, pensó en matar a ese Rey para que no le quitara su trono y en secreto llamó a los magos y los envió a Belén, a averiguad sobre el niño; pero no les dijo sus maquiavélicos planes, sino que les pidió que cuando lo hallaran, le dijeran, para que también él fuera a adorarle. Ellos, se fueron siguiendo a la estrella y cuando llegaron, a Belén se detuvo sobre donde estaba el niño. Entraron al pesebre y vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron. Abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Después Dios les dijo en sueños que no volviesen con Herodes, sino que regresaron a su tierra por otro camino.
En Navidad, festejamos que Dios nos dio a Su Hijo: Jesús y en Enero, recordamos como esos hombres viajaron desde muy lejos parar honrar al Hijo de Dios con regalos dignos de un Rey. A todos nos gustan los regalos y no solo en época navideña, pero que tan buenos somos para regalar, sobre todo a Jesucristo, que merece lo mejor.
¿Qué le regalaste al Rey? ¿Se te pasó la fecha o te olvidaste de Él? Todavía hay tiempo. No sabes qué cosas o no tienes dinero, no te preocupes los regalos que a Él le gustan, no son materiales. Mucha gente hace compromisos y metas a principio de año, pero esos no incluyen a Dios; tú comprométete a estar siempre muy cerca de Él, adorándole.