¿Qué es un dios o deidad? Según el diccionario es una entidad sobrenatural dotada de poderes superiores a los del hombre. Aunque la Biblia nos enseña que hay un solo Dios, en la historia del hombre ha habido muchos “dioses”, pero obviamente falsos.

Antes, la vida de los pueblos giraba alrededor de su dios. Hacían y deshacían según lo que pensaban que quería su dios. Su dios era su rey y señor. En nuestro país como en muchos otros más, el hombre vivió mucho tiempo sin el Dios verdadero, respetando, venerando y sin contrariar a imágenes o estatuas. Eran gobernados por guías y sacerdotes paganos, y a pesar de que sus dioses eran falsos o ficticios, confiaban en su ayuda y temían a su ira, haciendo cosas aborrecibles ante nuestro Dios. No fue hasta el descubrimiento de América que nos llegó el evangelio y que México supo de la existencia del único Dios verdadero.
Otras naciones tuvieron el privilegio de conocer a Dios mucho antes que nosotros, y como ellos sabían quién era Dios y conocían Su poder, no cuestionaron lo que Su Palabra decía o pedía, simplemente le obedecieron. Creer en Dios y vivir bajo su cobertura, obedeciendo sus preceptos fue la mejor época del mundo. Pero el hombre se aleja de Dios poco a poco, y cada vez más. Ya no le tiene el mismo respeto, abusa de la gracia divina y prefiere dirigir su vida de acuerdo con sus sentimientos, razones y sueños.
La Biblia, con toda su variedad de autores, fue escrita en la certeza indiscutible de que hay un ser espiritual único, eterno y soberano, a quien llamamos Dios. En el Antiguo Testamento su nombre es Jehová y en el Nuevo Testamento, se le conoce como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 28.19).
La Palabra Jehová (YHVH) ha sido interpretada de diferentes formas y al parecer todavía se discute su origen cultural, pero muchos eruditos hacen notar que el verbo en hebreo hayah no designa una mera existencia sino una presencia viva y activa, y que, por lo tanto, la frase significa: "Yo seré lo que necesite ser" y/o “El que causa que todo llegue a ser”. En la Biblia encontramos la traducción literal en Éxodo 3:14, cuando Dios le dice a Moisés: Soy el Dios eterno, y me llamo YO SOY EL QUE SOY. ¡Qué presentación de nuestro Dios!
En el Antiguo Testamento podemos ver a lo que Dios se refería con el YO SOY, y encontramos que simplemente Él es todo lo bueno, todo lo que necesitamos y fuera de Él no hay nada más. Él es Todopoderoso. Él es Santo, el principio y el fin, el creador y sustentador del universo, quien mantiene todo bajo control (Isaías 42:5-6, Gen. 17:1, Isaías 41:4), El que es, el que era y el que ha de venir. Un Dios diferente. (Levítico 21:8), cuya fama es conocida en toda la tierra (Éxodo 14:21), porque es el único Dios, sólo Él sana las heridas; solo Él da la vida, y sólo Él puede quitarla, nadie puede escapar de Él (Deuteronomio 32:39), nadie puede librarse de Su poder, ni deshacer lo que Él hace. No ha habido dioses antes que Él, ni los habrá después de Él. Él es Dios altísimo (Salmo 50:14), el verdadero (2 reyes 17:35), el Rey, el primero y el último y fuera de Él no hay otro Dios, porque no hay nadie igual a Él (Isaías 46:9). Pero no solo nos dice lo que Él es en sí, sino lo que puede ser para nosotros: Yo soy quien te protege. (Génesis 15:1); yo soy quien les da salud (Ex. 15:26); Yo soy muy bondadoso (Salmo 86:15 TLA); Yo soy quien les da todas las cosas, Yo soy tu Dios, que te enseña lo bueno y te dice lo que debes hacer (Isaías 48:17).
Y en el Nuevo Testamento es más explícito con sus “YO SOY” a través de la persona de Jesucristo, quien es el Señor (Filipenses 2:9-11). Él no es uno de los muchos dioses, sino el Único, el Hijo de Dios. Les dijo Jesús: “Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo” (Juan 8:28). La Biblia dice en Apocalipsis que Jesús es: El Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el Primero y el Último, El que es y que era y que ha de venir, El todopoderoso, El que vivo, y estuve muerto, más he aquí que vivo por los siglos, el Amén. Que es de la raíz y el linaje de David, la Estrella Resplandeciente de la Mañana, el Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego y pies semejantes al bronce bruñido, el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra y cierra y ninguno abre, el Testigo Fiel y Verdadero, el principio de la creación de Dios. Y los evangelios y el libro de los Hechos nos narran que Él es el Yo Soy.
Jesús alimentó como a 5,000 hombres y declaró, "Yo soy el pan de vida" (Juan 6:35) y dijo: “El que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. Jesús dijo, "Yo soy la luz del mundo" (8:12, 9:5) y sanó a ciegos de la oscuridad y abrió sus ojos espirituales. Y dijo “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. (Juan 8:12). Él dijo, "Yo soy la puerta" (10:7, 9), el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:9). "Yo soy el Buen Pastor" (10:11, 14) su vida da por las ovejas y es quien nos lleva de Su mano y nos sustenta. Jesús dijo, "Yo soy la vid verdadera" (Juan 15:1, 5), vosotros sois los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la Vida, nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6) "Él es quien da a todos vida" (Hechos 17:25). No sólo dijo: "Yo soy la resurrección y la vida" (Juan 11:25-26), sino que Él resucitó de entre los muertos para demostrarlo, y el que cree en Él, aunque esté muerto, vivirá. Esta es la más grande evidencia de que Jesucristo es el gran YO SOY EL QUE SOY. Él murió y después resucitó de entre los muertos. Él está vivo y sigue manifestándose al mundo para salvarlo. ¿Por qué el mundo lo desecha entonces?