A la gente le emocionan las celebraciones y ya viene de nuevo Navidad. La gente inicia sus preparativos con tiempo, quiere que todo esté perfecto, ¡que sea una gran noche! La gran pregunta es por qué es importante; casi todos saben el significado: el nacimiento de Jesús, pero le dan otro sentido a esa noche. Pareciera que la familia, la cena, los regalos y hasta el vestido que te vas a poner fuese lo más importante, porque le dedicamos más tiempo a esas cosas.
Podemos hacer casi “todo” lo que normalmente planeamos hacer en Navidad, pero sin perder el enfoque de qué quien merece la gloria y los regalos, es Dios. Dije casi “todo” porque no todo encaja con Jesucristo, Él es un ser espiritual y santo, por eso la navidad debería tener ese mismo sentido y festejarse con una verdadera devoción. Ese día no faltes a la iglesia, la gran familia cristiana cada año hace una fiesta especial, para festejar el cumpleaños de Jesús. Quizás no sea la fecha exacta del nacimiento de Jesucristo, pero es la fecha que se le ha concedido en el calendario para homenajearlo.
Hay gente que asiste casi todos los domingos del año a la iglesia, pero ese día no lo hace porque prefiere pasarlo con su familia no convertida para hablarles de Jesús, esto aparentemente es buenísimo, pero no nos confundamos, si con hechos no les demostramos que primero está Jesús, las palabras se las llevará el viento: tenemos que enseñar a la gente que a Dios le agrada que nos congreguemos.
Otra de las excusas o justificación entre los cristianos es: nosotros adoramos a Jesús en la casa, allí le hacemos culto, pero déjenme decirles que no es lo mismo, no hay nada como estar en la “Casa de Dios”, es el mejor lugar. Obviamente que Dios está accesible en todos los lugares, pero los salmistas nos hablan de la bendición de estar en la casa de Dios y de estar unidos a Su pueblo (Salmos 84 y 133).
Habrá quienes digan que no son hipócritas, que prefieren celebrar a su gusto, que asistir por compromiso, tradición o sin verdadera pasión a la iglesia, pero es necesario que reconozcan que Jesús debe ser primero y que el mejor lugar para manifestar que lo creen, es en el Templo. En el Templo, Dios puede hacer maravillas, cambiar aún sus sentimiento y emociones, su Palabra caerá en ellos obrando en gran bendición
No faltes a tu iglesia ningún domingo, ni en Navidad ni las fiestas solemnes. No necesitas regalos, ni un vestido nuevo, ni siquiera preparar una cena, aunque lo puedes hacer después del culto a Jesús, solo necesitas un corazón lleno de gratitud y el deseo de agradar a tu Señor. Sé feliz en esta Navidad y haz feliz a Jesús.