Hace muchos años vivió una mujer especial. Dios la vio con agrado y la escogió para una tarea muy importante, se trata de María, mejor conocida como la madre de Jesús.
Un día, el ángel del Señor se le apareció y le dijo que Dios quería usarla para que Jesús viniera a la tierra. Ella no se había casado, pero estaba comprometida con un buen hombre. Lo que María permitiría que Dios hiciera en su vida, era realmente hermoso y valioso, tendría al bebé Salvador del mundo, pero no encargaría al bebé como cualquier otra mujer, sino que Dios mismo pondría a Jesús en su vientre, eso era insólito ¡un milagro!, pero de eso no tendría que preocuparse, pues lo haría Dios. Lo que a María le tocaría hacer, además de tener, cuidar y guiar al bebé, sería enfrentar a mucha gente que no le creería, y de ella se burlarían; además, otros, la acusarían de mentirosa y se enojarían con ella. Su novio, cuando se enteró de que estaba esperando un bebé que no era suyo, pensó mal de ella y quiso dejarla secretamente, pero Dios habló con José, para que la apoyara y le encargó que los cuidara. Hubo gente que quiso hacerles daño y ellos tuvieron que dejar todo y salieron de su ciudad para proteger a Jesús. María, siempre fue fiel a Dios y le sirvió de todo corazón.
¿Tú que harías, si Dios te pidiera algo importante pero muy difícil de hacer? Yo creo que la mayoría contestaríamos que lo haríamos. Dios nos ha encargado algo a todos, pero no es un ángel el que se nos aparecerá para decírnoslo, Dios ya lo dejo escrito desde hace muchos años en la Biblia. En ese libro santo, Dios nos ha dejado tareas especiales a todos los que en El creemos, pero el encargo más importante que nos ha dejado se encuentra en Marcos 16:15, que dice: “id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Los ángeles anunciaran en Noche Buena que nació Jesús, y ahora nos toca a nosotros los cristianos, decirlo al mundo entero. Aprovecha esta Navidad, dile a tus amigos y familiares, que Cristo Vive y que quiere darles una vida nueva en El.